De lujo a leyenda: la increíble historia del club hotel de la ventana

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By Gaby Jatón

Hay lugares que te transportan sin necesidad de cerrar los ojos. Lugares donde la historia respira entre muros derruidos y el viento parece susurrar anécdotas de otra época. Eso sentí cuando visité las ruinas del antiguo Club Hotel de la Ventana, en plena comarca de Sierra de la Ventana, en la provincia de Buenos Aires.

Confieso que tenía esta visita pendiente desde hacía tiempo. Había hablado con Pablo Parotti hace casi nueve años, cuando recién empezábamos con Viajero Frecuente, y su entusiasmo por este sitio me había quedado grabado. En aquel momento él no era guía profesional, pero ya se notaba su pasión por la historia local. Hoy, con su empresa Sierra Ventana Turismo, Pablo no solo ofrece la visita guiada al hotel —que recomiendo sin dudar— sino también circuitos por toda la comarca: recorridos naturales, históricos, de astroturismo y hasta travesías off-road para los más aventureros.

Esta vez tuve la suerte de hacer la visita con él, y hasta el clima quiso sumarse a la magia del momento: copos de nieve cayendo suavemente sobre las ruinas de un hotel que alguna vez fue símbolo de lujo y modernidad.

Una joya europea en el corazón bonaerense

El Club Hotel de la Ventana se inauguró en 1911, en un entorno natural casi salvaje, a unos 19 kilómetros de la estación de tren. Para llegar, en aquella época los huéspedes —miembros de la alta sociedad argentina y europea— viajaban en una pequeña “trochita”, un tren de vía angosta que los dejaba justo en la puerta del hotel.

Era un edificio majestuoso, pensado y diseñado por arquitectos franceses, con una estructura que combinaba el estilo europeo con las vistas serranas de la región. Tenía entre 136 y 173 habitaciones, según distintas fuentes, y fue uno de los primeros hoteles del país en ofrecer baños compartidos dentro del mismo edificio, algo que en ese tiempo era sinónimo de lujo.

Los ventanales, todos equidistantes, le daban una luz natural increíble. Imaginá un salón comedor con techos altos, arañas imponentes y esos ventanales de vidrio biselado que dejaban ver el paisaje serrano. Dicen que por allí pasaron las familias más poderosas del país: los Anchorena, los Luro, los Mitre… todos buscando el aire fresco de las sierras y la exclusividad que ofrecía aquel hotel de montaña.

De la gloria al abandono

El esplendor duró poco. La Primera Guerra Mundial y las leyes que prohibieron los juegos de azar —el casino era una pieza clave del negocio— sellaron su destino. En 1920 el hotel cerró sus puertas. Después vinieron décadas de historias cruzadas: marinos alemanes refugiados en la Segunda Guerra, el paso de la Universidad de La Plata, años de uso militar y hasta un intento fallido de reabrirlo como casino en los ochenta.

Hoy solo quedan las ruinas, pero caminar entre esos restos todavía impresiona. Cada pared, cada ventana, cada hueco en el piso de pinotea tiene algo para contar.

Pablo lo explica de una manera hermosa: “Los guías somos quienes te enseñamos a mirar, no solo a ver. Porque uno ve un montón de cosas, pero cuando las entendés, cuando les das contexto, empezás realmente a mirar el lugar”.

Un destino que vale la pena redescubrir

La comarca de Sierra de la Ventana tiene de todo: senderos naturales, miradores, historia, arquitectura, buena gastronomía y una calma que invita a quedarse más días. Yo fui por poco tiempo, pero me quedé con ganas de más.

Si estás buscando un viaje distinto dentro de la provincia de Buenos Aires, donde la historia se mezcle con paisajes serranos y buena gente, este es el lugar.

📍 Tip viajero: si vas, no te pierdas la visita guiada con Sierra Ventana Turismo. Pablo y su equipo hacen de cada recorrido una experiencia única.

Y vos, ¿ya conocías la historia del Club Hotel de la Ventana? Te leo en los comentarios en viajerofrecuente.com.ar o en nuestras redes. Porque descubrir lugares así es entender que viajar también es volver a mirar nuestra historia.

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