Hay destinos que entran primero por los paisajes. Tafí del Valle entra por eso… y por su gente. Porque más allá de los cerros alfombrados de verde, del aire fresco de altura y de las vistas que parecen pintadas a mano, Tafí tiene algo que no siempre se consigue: esa sensación de sentirse bien recibido, de charlar sin mirar el reloj y de estar en un lugar donde todo fluye un poco más lento.

Cada vez que vuelvo, me pasa lo mismo. Apenas empiezo a subir por la ruta, siento que las vacaciones arrancan antes de llegar. Y eso, para mí, ya dice mucho del destino.
Tafí del Valle, donde el viaje empieza antes de llegar
Llegar a Tafí del Valle ya es parte de la experiencia. Desde San Miguel de Tucumán, la Ruta 307 atraviesa la selva tucumana, la yunga, la Quebrada de los Sosa y va mostrando, curva a curva, cómo el paisaje cambia.
Hasta que, de golpe, todo se abre. La Angostura marca ese momento exacto en el que el verde se multiplica, los cerros se vuelven suaves, casi alfombrados, y el valle aparece en toda su dimensión. Ahí entendés que llegaste a un lugar distinto. Y muchas veces, ahí mismo, ya empiezan las vacaciones.

Tafí del Valle está a unos 2.000 metros sobre el nivel del mar y eso se siente en el clima, en el aire y en el ritmo. Incluso en verano, el clima es agradable y te invita a estar afuera, a caminar, a sentarte a mirar las montañas sin hacer demasiado más.
Un valle para recorrer sin apuro
Tafí del Valle es ideal para hacer base. Para levantarse, tomar unos mates mirando los cerros y decidir sobre la marcha qué hacer ese día. Hay planes para quienes buscan actividad y también para quienes prefieren la contemplación.
Entre los imperdibles están el Dique La Angostura y sus miradores, El Mollar y los Menhires, la Ruta del Artesano, caminatas y senderos de baja y media dificultad, cabalgatas, kayak y distintas propuestas de turismo activo y deportes de aventura. En los últimos años, incluso, Tafí se convirtió en sede de carreras en altura, aprovechando sus condiciones naturales.

También se puso en valor el acceso al Cristo Redentor, con senderos y escalinatas de fácil llegada, desde donde se obtienen vistas espectaculares al lago, al pueblo y a los cerros. Un plan simple, accesible y muy disfrutable, tanto para caminar como para sentarse a matear y mirar.
Y si seguís unos kilómetros más por la misma ruta, el contraste es total. Ampimpa y Amaicha del Valle muestran el paisaje árido de los Valles Calchaquíes, con cardones, colores ocres y otra identidad, a muy poca distancia. Tucumán tiene eso que a mí me encanta: distancias cortas y paisajes que cambian todo el tiempo.
Cabañas Paqarina, un buen lugar para hacer base
Cuando el destino invita tanto a estar afuera, el alojamiento pasa a ser ese lugar al que volvés a descansar, a bajar la mochila y a sentirte cómodo. En Tafí del Valle, Cabañas Paqarina cumple muy bien ese rol.

Ubicadas en un predio de una hectárea, rodeadas de verde y con vistas abiertas a los cerros, las cabañas fueron pensadas desde el inicio para disfrutar en familia o en pareja, con tranquilidad, autonomía y contacto directo con el entorno.
El complejo cuenta con siete cabañas de dos, tres y cuatro ambientes, todas con vista a la montaña y distribuidas de manera que cada huésped conserve privacidad sin perder la conexión con el paisaje. La cabaña más grande con tres dormitorios, dos baños completos, parrilla individual y un amplio living comedor con cocina integrada, ideal para compartir momentos sin resignar comodidad.
El parque es otro de sus puntos fuertes: amplio, verde y pensado para que chicos y grandes disfruten al mismo tiempo. Juegos, espacios abiertos, parrillas y, como novedad, una piscina climatizada ubicada en el centro del predio, con vista a los cerros y totalmente cercada, pensada para la tranquilidad de las familias.
El valor del dato local
Además del entorno y las comodidades, Paqarina tiene algo que no siempre se menciona pero se siente. Marisa, Pablo y su familia reciben a los viajeros con esa calidez que no se aprende, se tiene.
Siempre hay una recomendación a medida, un dato de camino, un tiempo real de recorrido, una sugerencia según si viajás con chicos, con adultos mayores o con ganas de moverte un poco más. Ese famoso dato del lugareño que vale más que cualquier guía y que termina haciendo la diferencia.
Tafí del Valle, para volver
Tafí del Valle invita a bajar un cambio. A desayunar mirando los cerros, salir a recorrer sin apuro, volver para el mate, escuchar los pájaros y dejar que el paisaje haga lo suyo.
Viajar cerca también es viajar. Y hacerlo a un destino que combina naturaleza, calidez y buenas decisiones de alojamiento, como hacer base en Cabañas Paqarina, transforma la escapada en una experiencia que se guarda.
De esas que no se terminan cuando volvés a casa. De esas que, al poco tiempo, ya te están llamando otra vez.
Datos útiles – Cabañas Paqarina
📍 Destino: Tafí del Valle, Tucumán
🏡 Web: Cabañas Paqarina
📸 Instagram: @cabanas.paqarina.tafidelvalle
🌐 Reservas: +54 9 3815 97-6138